jueves, 3 de julio de 2014

Lodo

Y él seguía gritando con todas sus fuerzas mientras observaba cómo ella continuaba hundiéndose inexorablemente en el lodo. Impedía su avanzar las piernas acalambradas y embebidas en su totalidad en ese fango que se solidificaba lentamente como el concreto. 
Respirar se hacía cada vez más difícil, pero él no se rendía. Mientras, ella sólo se hundía, mirándolo indiferente, sin mover siquiera sus brazos. Era como si  hubiese dejado de estar viva. Como si el alma se hubiera ido, y su lugar, tomado por el vacío de la inexistencia. 
Él en su desesperación desgarraba sus carnes buscando recorrer la poca distancia que los separaba. Pero no la alcanzaba, y sus gritos llegaban en eco a inundar su razón. Su vitalidad se drenaba violentamente sin remedio. 
Ya casi no le quedaron lágrimas ni palabras cuando la vio desaparecer delante de sus ojos, tan cerca al toque de sus manos. Lo último que él pronunció fue el nombre de ella. Arrastraba las sílabas de ese nombre dulcemente pronunciado en otros tiempos y ahora tan inaudible, cuando de pronto la última letra del nombre fue testigo de que la misma mirada que brotó antes en los ojos sin vida de ella, ahora poseía enteramente los de él. 
Volaban los cuervos cuando sus labios terminaron de sepultarse junto con todo su cuerpo sin alma en el abismo.

viernes, 20 de junio de 2014

La Coronación

Cuando finalmente las moscas tomaron la casa, ya casi no había luz; y los despojos yacían inertes intoxicando todos los espacios vacíos con su aire pestilente. 
El silencio se había vuelto taladrante, y recorría minuciosamente los pasillos escudriñando las rendijas y cualquier vestigio de sonido para devorarlo con la ferocidad de las fieras salvajes. 
La oscuridad flotaba enseñoriándose de todo el ambiente; siempre dispuesta a aplastar cualquier intento de movimiento en complicidad con la gravedad que extendía sus brazos como tentáculos desde el suelo; aprisionando, estrangulando.
Así nadie fue testigo. No hubo quien constatara que en el último rastro de claridad, fue él quien se coronó a si mismo como gobernador de ese, ahora, su reino. 
No hubo voz que proclamara su nombre. 

miércoles, 18 de junio de 2014

Y ahora quien me escucha?

Coincidiendo con uno de los mejores partidos de la tarde en este mundial de fútbol he decido traer un repertorio en donde predomina la bossa nova y otros cantautores de nuestro vecino país, una pena que en este mismo momento estén transmitiendo el encuentro clave que muchos diarios anunciaban en sus portadas matutinas. Esto significa que muchos de mis pocos habituales oyentes estén sentados frente al televisor mientras yo aquí los envidio sanamente y quisiera estar haciendo lo mismo que ellos.
Así que lo mas probable es que ni yo me escuche a mi mismo y las ondas de este programa se dispersen por el espacio gravitando en ese infinito para quizás lleguen a los oídos de algún viajero del  tiempo. Como verán es la fiebre del mundial quien les habla.
Dejemos la cháchara y empecemos de una vez...