Radio Utopía - Toma 1 Primavera, ¿dónde estás?

De regreso y con todos los síntomas del resfrío conmigo, inicio este programa con renovado equipaje.
Equipaje que iremos descubriendo a lo largo de estas próximas horas.
Pero antes de comenzar me pregunto, como probablemente lo habrán hecho ustedes, ¿a dónde te nos has ido primavera?.
Ha faltado a su cita anual con nosotros y a dejado en su lugar a un invierno indeciso y desorientado que no sabe si irse o quedarse. Por ello, mientras nos ponemos y quitamos el abrigo según caliente o enfríe el día, nuestra salud da vaivenes caminando en zigzag entre los remedios de la abuela y el consultorio del médico.
Tendremos que adecuarnos a los nuevos climas mientras sigamos escuchando con incredulidad al hombre del tiempo dar su reporte diario con las predicciones para los días venideros, deseando esperanzados o tal vez ya resignados, que las nubes y el sol resuelvan su disputa y nos devuelvan a nuestra esperada estación.
Así que mientras tanto bebo una taza de café y aprovecho para darles esta medicina del alma que se llama música en doble dosis, vía acústica, las veces que usted desee durante el día y la noche.
Comenzando ahora....

Hoy no tengo una canción de cuna

Hoy no tengo una canción de cuna que me arrulle, sin embargo, el sueño de todos los días se predispone a tomarme por asalto.
Desprevenido, así me encuentra casi a diario. Así lo hizo ayer y así probablemente lo haga mañana.
He contado un día más de estas vacaciones fuera de la estación de radio sintiéndome un extraño, un exiliado, un cortesano privado de su reino más querido. Afortunadamente faltan unos pocos días para que regrese a reencontrarme con la noche, a imaginar de nuevo a mis oyentes escuchándome en algún lugar de esta ciudad. Mientras seguiré vagabundeando entre sus venas hasta que el cansancio me reclame como lo hace sin piedad en este preciso momento. Y al llegar la noche de nuevo, recostándome en mi almohada me dormiré pensando, porqué hoy tampoco tengo una canción de cuna?

Por fin el fin

La aventura terminó, y para mi fortuna mi barco llegó a buen puerto. Cargado de hermosos tesoros, y sobre todo con un amor afianzado y con una amistad a prueba de balas. He tenido suerte donde otros sólo encontraron penurias. Las circunstancias me llevaron a liderar un grupo de personas que supo hacer frente a las adversidades y vencerlas una a una.
He recorrido muchos caminos, a pie, en moto, en autos...todos en bellas aventuras que ahora hacen las delicias de mi memoria, pero también existe la nostalgia. Como el baúl de los abuelos con esas fotos rancias que son las cicatrices de hermosos recuerdos perdidos en el pasado, ahora mis aventuras se alejan de mi con cada día que pasa, como un puño que se cierra sobre mi corazón. Porque en el fondo sé que ellas no se repetirán jamás.
He pasado la prueba, y ahora me dispongo a reposar y hacer frente a los pequeños desafíos que se irán presentando aunque ninguno sea de la talla de los que he tenido que superar. Como dice Galadriel, ahora me desvaneceré en el oeste, o algo así.
Buenas noches mis amigos.